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El My Story Hotel Rossio está estratégicamente ubicado en la Praça Dom Pedro IV, popularmente conocida como Rossio, un lugar reconstruido tras el terremoto de 1755. El edificio es testigo de la historia y forma parte del innovador conjunto de edificaciones antisísmicas construidas en la época, parada obligatoria en cualquier itinerario turístico.
La plaza está repleta de puntos de interés como el Café Nicola, fundado en 1779, y uno de los puntos de encuentro privilegiados de la clase política, artistas y poetas de renombre como Bocage.
Durante la 2ª Guerra Mundial, esta plaza también sirvió como punto de encuentro entre refugiados que llegaban a Portugal; su explanada es uno de los iconos de la ciudad de Lisboa. Destaca también la presencia del Teatro Nacional Doña María II, clasificado como monumento nacional y donde podrá disfrutar de las más diversas actividades culturales como obras de teatro, exposiciones o encuentros de poesía.
A dos pasos encontramos también la Avenida da Liberdade, construida a mediados del siglo XIX y que hoy en día es una referencia en la ciudad, conocida por la elegancia de sus edificios y la exclusividad de sus tiendas.
Desde el Rossio se puede apreciar la excelente vista del Castelo de São Jorge, el cual merece una visita detallada.
Desde nuestro hotel podrá explorar fácilmente a pie todo el resto de lugares “de visita obligada” del barrio lisboeta de la Baixa, pero también aprovechar la cercanía de medios de transporte como el metro y el tren, pues a escasos metros se encuentra la estación de metro (Rossio) o la estación de tren de Rossio que nos lleva hasta Sintra.
Me impresionó este hotel. Excelente ubicación en uno de los mejores puntos de Lisboa con facilidad para hacer muchas cosas a pie por la ciudad. Hotel muy limpio y acogedor, habitación con buen espacio, gran baño y ropa de cama con albornoz y zapatillas desechables. Personal súper atento, excelente desayuno y gran lugar para comer por la noche o al mediodía, con muy buena cerveza de barril.
Una bienvenida fantástica, apartamento nuevo, muy limpio y con olor agradable, muy acogedor y cómodo con un balcón con vista completa de la Rua Santa Catarina ubicada en el centro de Oporto, volveré seguro.
Un hotel de 3 estrellas pero con un servicio de 5 estrellas.
Personal muy profesional y amable. Ayuda con las maletas a la habitación y luego al transporte. Habitación limpia, con una buena vista sobre la ciudad. Buen desayuno con buena variedad de productos regionales. Incluso pan sin gluten y leche de arroz.
Para volver y regresar
